miércoles, 16 de octubre de 2013

Y parece que amaneciera




Penetra otoñal
la luz de la tarde
a punzadas por la persiana,
y una extraña alegría quiebra
el espejo huraño
donde apenas me reflejo.

Afuera, sus voces
llenan de bullicio y colores
el revoloteo que me habita en ese instante
y parece que amaneciera con sus pocos años.

Mas la luz avanza,
tanto como se alejan sus risas
hasta precipitarse
en el silencio opaco,
tal como las horas se acaban.

Y regreso a la sombra
inmovil
que ocupa mis sábanas.


Loja, 16 octubre 2013.