jueves, 2 de junio de 2016

No recuerdo de entonces























No recuerdo de entonces
más que lo que tú me contabas
-embelesado entre  tu abrazo luminoso-
algunos años después
en las feroces noches de invierno.

No sé, por tanto,
de aquel dolor necesario,
de tu llanto generoso,
de tanta y tanta alegría sobre tu vientre
al saciar de luz mis principiantes ojos.

Pero sé que florecía con tu desgarro
toda tu vida en la mía,
que deseaste tu muerte si fuese necesaria
por amamantar el futuro entre mis labios.

Pero ahora sí, amor mío,
listo estoy ahora para el nuevo alumbramiento, y
-entre mi abrazo luminoso-
te cuento la dicha de cuanto te tuve
y te tengo.

Y en mi desgarro infinito,
si fuera necesario,
me entregaría a las sombras por confirmar
el futuro que te has ganado,
entre mis besos.

Que nada vale más que la llama
que tu corazón encendió en el mío
para siempre
y que en este momento contigo comparto.



Loja, 1 de junio de 2016