Septiembre siempre vuelve
(Marisa Peña)
Septiembre acuchilla
como el tajo milimétrico y preciso
de una navaja pendenciera,
blanco o negro, silenciosa
y secuaz alevosía. Sin más verdad
o sí
que una sóla
o no
de entre las dos sendas,
las dos fauces que se abren al filo del acero.
Septiembre es un precipicio
con dos laderas infinitas,
una a cada lado de la cima
a cada lado de la duda:
raramente asoma el rumor
del fondo de piedras que lo sustentan.
Por una de sus pendientes regresamos
a un estío que necesariamente se nos escapa,
por la otra nos precipitamos a la verticalidad otoñal
del tiempo que nos resta y no retorna.
Septiembre es un cortafuegos pasajero
en el incendio inextinguible de nuestros días.
Loja, 1 de septiembre de 2011.
¡Lo has conseguido! has plasmado los rumores, los temores y los presagios que trae septiembre y que llega siempre preñado. Hoy tu poema es entendimiento y alumbra. Gracias, Juan María.
ResponderEliminarUn beso.
Querido Juan, me acuchillan tus versos.
ResponderEliminarMe abruman tus comentarios.
Y deseo, de corazón, que llegue ese encuentro donde entre verso y verso, podamos darnos un abrazo.
Besos.