Apenas una sombra:
borroso el aire
y atezada su indecisa presencia,
debatiéndose entre ser presentimiento
deshabitado y ciego
o tenaz sustantivo
de espejos ferreamente leales y claros.
Un cincel perpetúa -a golpes de segundero-
proporción y equilibrio a partes iguales:
residencia para los tiempos inéditos y venideros,
dominio y seña para el ajuar de los juramentos.
Del norte vientos como lanzas presuntas
aceradamente
del sur estériles hechizos como almas
descorazonadas.
Un olor a herrumbre atenazando sentidos
un sufrimiento antecesor a la deriva
el fragor de la desmesura
la tez violácea de las pupilas
al borde del precipicio
un fuego amotinado entre Dios y el hombre
cautivo
y una esperanza atracada de desobediencia
plena
por los suelos.
8 diciembre 2010
un día, y apunta la fecha en que te escribo esto, recitaremos juntos!!
ResponderEliminarMe encantaría!!
Un abrazo!
Afortunadamente, tú puedes atrapar muchas luces rebeldes que tintinean en el cielo-indisciplinadas-.Me encanta la dualidad que planteas en el poema y la forma en que lo has escrito.
ResponderEliminarGracias, Loni, son tantas las ocasiones en que tu, mejor que nadie, sabes de mis poemas, incluso, a veces, mucho mejor que yo.
ResponderEliminarMaite, para mi será un gran honor poder recitar contigo. Estoy seguro de que será algo inolvidable. Y sí, apunto la fecha, un lunes 13 de diciembre, para que llegue cuanto antes ese día. Te propongo que el primero al que le surja la ocasión invita al otro. Claro, que está la distancia, pero todo puede solucionarse. Bueno, eso suponiendo que vivas lejos de Granada, que no lo se. Un abrazo, amiga.
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