sábado, 15 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
He pensado hacer algo grande
He pensado hoy
hacer algo grande,
algo grande grande,
tan grande que no
cupiera
entre las
presuntuosas líneas de un poema.
He cortado dos
rodajas de limón
y las he colocado
sobre mis párpados.
He llorado amarga
ácidamente mientras
ultimaba
la sangre fresca y
descarnada
de una herida que a
todo se niega.
Pero he llorado
sin soltar ni una
lágrima,
¡como un hombre!
Hace tiempo habría
implorado perdón,
ya no queda culpa,
ni engaño.
Una lámpara roja y
nocturna,
de sobremesa,
me redimió de las
sombras
y paso las horas
mirándola
agradecido.
Es su luz la que
allana el destierro
que se repite cada
noche
ante mis ojos y el
alba que llega,
y ese juego de
equívocos y ensoñaciones
adormece
la curiosidad
malsana de las palabras.
Entre sus filamentos
dorados
y mis pupilas median
años de silencio.
Tantos
como desde la orilla
de mis sueños
al tapete húmedo y
graso
de cada día.
He decidido hoy
que he de hacer algo
grande,
algo muy grande, sí:
he borrado del
mañana
estas horas que lo
preceden
y me he quedado
-de un plumazo-
sin aliento para
alcanzarlo.
He apartado los
labios
del borde naciente
de los besos,
he retorcido su
incandescencia
hasta desparramarla
por los suelos,
y en un último
esfuerzo
he descendido de la
aurora
el alma milenaria de
cuantos fuimos.
Ahora queda hecho.
Grande. Para
siempre.
Torrox, 2 diciembre
2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)