miércoles, 26 de septiembre de 2012

La mano




La misma mano
que revienta de dolor
cada vez que escribe:
“ayer te esperé sin remedio”,
y cuando te acaricia
-temblorosa como la primera vez-
parece otra.

La de los versos desnudos
entre las páginas revueltas
de un manuscrito aún palpitante,
compartiendo la duda
mucho más que el silencio,
la razón de ser
o el desaliento.

La misma que se resiste, por ahora,
al borrón amargo de un puño sangrante
y definitivo.
Los mismos caminos que se cruzan
sobre la piel extendida hacia la tuya.

Idéntica mano, ésta, de distancias,
de kilómetros cuando parte
y milésimas cuando regresa, a la espera
siempre
del estigma de los perdedores
y un recurso de alzada no resuelto.


Loja, 26 septiembre 2012

domingo, 2 de septiembre de 2012

Se busca






























Se busca sujeto
altamente peligroso,
sospechoso de tráfico ilícito.

              Materia prohibida en el doble fondo
              del cajón donde guardo
              los recuerdos imprescindibles,
              en el fondo recóndito y tierno
              donde atesoro, inaccesibles, los sueños.

Se gratificará a quien aporte
cualquier afecto,
cualquier rasgo, un instante
la tristeza o la ternura
que lleve a su detención y encarcelamiento.
También los silencios que lo acusan
de inhábil rebeldía
o el rostro de los besos a los que sucumbiera.

                 
               Vivo o muerto pertenezco a mi existencia.
               Ni la celda más tenebrosa,
               ni la soledad más asesina
               harán que desfallezca
               el contrabandista que llevo dentro,
               por más que una redada implacable
               acorrale mis sentimientos.



Loja, 2 septiembre 2012