lunes, 31 de octubre de 2016
lunes, 5 de septiembre de 2016
Nada ha persistido tanto
Nada ha persistido tanto de la vida
como la propia trascendencia de su muerte.
Loja, 2 septiembre 2016
domingo, 7 de agosto de 2016
Para ser quien tú eres
A mis hijos Ángela y Juan María
Para ser quien tú eres,
en la inmensa sencillez que te hace
único e irremplazable,
hubo de nacer el universo de un sueño remoto
disparatado y desconocido.
Que los astros se precipitaran
por un caos omnipotente y luminoso
hasta alumbrar el espacio
y el tiempo que tú ocupas,
que la materia y la energía conjugaran
todos los verbos precisos hasta la palabra
que te define.
Para ser quienes sois
¿cuántas catástrofes sobre el manto
de esta tierra que ahora pisas?
¿cuántos valles fructificando
el germen de vuestras vidas?
Para ser vosotros aquí y ahora,
Ángela y Juan María,
un billón de corazones empujaron
la sangre que brota, regenerada,
por vuestras venas
y que dos seres tan sencillos y únicos como nosotros,
sólo dos aunque infinitos en la memoria,
emprendieran un futuro sin retorno.
Por ser la senda que os lleva
en esta historia inagotable,
un sinfín de batallas ganamos a la muerte,
cuando es ella, en su condena,
quien da nuevo paso a la vida.
Loja, 7 de agosto de 2016
jueves, 2 de junio de 2016
No recuerdo de entonces
No recuerdo de entonces
más que lo que tú me contabas
-embelesado entre tu abrazo
luminoso-
algunos años después
en las feroces noches de invierno.
No sé, por tanto,
de aquel dolor necesario,
de tu llanto generoso,
de tanta y tanta alegría sobre tu vientre
al saciar de luz mis principiantes ojos.
Pero sé que florecía con tu desgarro
toda tu vida en la mía,
que deseaste tu muerte si fuese necesaria
por amamantar el futuro entre mis labios.
Pero ahora sí, amor mío,
listo estoy ahora para el nuevo alumbramiento, y
-entre mi abrazo luminoso-
te cuento la dicha de cuanto te tuve
y te tengo.
Y en mi desgarro infinito,
si fuera necesario,
me entregaría a las sombras por confirmar
el futuro que te has ganado,
entre mis besos.
Que nada vale más que la llama
que tu corazón encendió en el mío
para siempre
y que en este momento contigo comparto.
Loja, 1 de junio de 2016
jueves, 14 de abril de 2016
Hace ya
Hace ya,
paso demasiado tiempo junto a esta
esquina llagada
que tanto temo,
y no puedo asirme –por más que lo
intento-
a ninguno de los rostros que
bosquejan mis dedos
sobre la pálida tez de las paredes.
Hace ya
que no persigo sortear la esquirla
que directa
apunta hacia mi existencia,
que no trato, para continuar mi
camino,
evitar la sinrazón que sacrifica
los arrestos de mi voluntad
postrera.
Hace ya
que me siento mal –acaso sin dudas-
cuando todo me interroga y no
balbuceo,
ni tan sólo,
un monosílabo de socorro o de
tristeza,
ni apaleo la indolencia que me
atenaza.
Y qué se yo, al cabo,
de esta demora sin defensa,
de esta parodia que se alarga tanto
como mi sombra contra el suelo,
si tan siquiera me duele
el frío que se me mete tan adentro.
Loja, 15 abril 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)