A Antonio Gamoneda
Veo sus manos
y en sus extremos un poema,
sacrificado sobre las sombras que le habitan
allá donde lo esculpe y dimensiona.
Mas no son aquellos los versos que nacen como estrofas
y que ahora yo leo mientras pienso
en estas y otras de sus pertenencias,
sino los de este instante preciso
fotográfico
-seguramente oscuro y frío-
en el que se descarnan de él para suceder,
al trasluz de otra noche de insomnio,
en rima concurrente y unísona
con el verbo vida,
con el tiempo vida,
género, sujeto vida...
Veo tus manos
y en sus extremos al hombre acribillado
por la palabra que alumbra o asesina,
insumiso,
rebelde partisano
e indefenso
-su alma es un cuenco rebosante-
al latir de los cielos en una mirada
a la conmoción de los astros en el pecho.
Veo mis manos
y en sus extremos leo:
siento,
soy.
Loja, 10 octubre 2011
Juan, cuanta belleza hay en tus letras. Sentimientos que corren presurosos a alojarse en el corazón de quien las lee. Seré un visitante asiduo.
ResponderEliminarExtiendo mis brazos desde Barranquilla, Colombia, para darte un fuerte abrazo y entregarte tarjeta de invitación para que visites mi Galería de letras y dejes en ella tu huella de letras.
Allí nos tomaremos un buen café de mi tierra. Tu traes el vino.
Una pregunta: ¿es esa tu voz?
Víctor
Muchas gracias, Víctor, por tus apreciaciones sobre mis poemas, de veras que me llegan profundamente, máxima cuando se trata, como tu, de un poeta. Una suerte contar con estos medios que nos permiten viajar por los océanos para trasmitirnos nuestras sensaciones y emociones. Recojo con gusto tu invitación para entrar en tu blog, que, a buen seguro, voy a seguir con mucho interés. Para mí será un gran honor poder incorporar algún poema a tu Galería de Letras. Y sí, yo pongo el vino y tu el café, y ambos ese alimento imprescindible que es la poesía. En cuanto a la voz, sí, es la mía. Gracias, también por haberte suscrito a mi blog. Un abrazo desde Andalucía para esa magnífica tierra que es Colombia. De tu tierra he conocido y conozco extraordinarias personas que vivieron o viven por aquí. Hasta pronto. Juan María.
ResponderEliminarHermoso poema y preciosa voz, Juan. Es un deleite seguirte en los versos. Un lujo!!
ResponderEliminarLo dicho, amigo, en Córdoba nos conoceremos y pondremos en marcha algún proyecto juntos, ya verás que sí.
Un beso!!
Bellisimo Juan, la nuestra es una dificil misión, pero cuando el lector siente como suyo lo escrito, entonces el poeta ha cumplido.
ResponderEliminar¡¡¡Felicitaciones !!!!
Desde Argentina
Lydia Raquel Pistagnesi
qué belleza de poema, qué belleza de blog...
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