domingo, 19 de septiembre de 2010

Tu voz sabe a cereza

 


Tu voz
sabe a cereza,
sabe -amor mío-
a primavera.
Encarnada melodía en tus labios
contagia tus palabras a beso
y por vivir amando
padecer ansío todos tus quieros.

Tu voz
sabe a canto,
sabe -tú: mi pura armonía-
al compás de los vigorosos corazones.
Partitura de color en tus ojos
que me lleva a lo lejos,
y por posarme en sus alas
encadeno mi alma a tus vuelos.

Y si tu voz calla
-¿quién podría quebrarla?-
ensordecen mis sueños
enmudecen latidos
cae al vacío mi aliento:
muñeco roto ya
trazo truncado
homicida invierno.



                                                               25 noviembre 2009

1 comentario:

  1. Qué me gustan esos tres últimos versos, Juan María.
    Obvia, por favor, la injusticia que supone destacar por particular sentir algo en concreto, porque todo el poema es hermoso. Sé que sabrás disculpármelo.

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